
Teatro del Noctámbulo ha querido llevar este clásico de Sófocles en versión de Miguel Murillo que fue pensada para el escenario del Teatro Romano a salas más pequeñas. Por ello la compañía ha adaptado la función haciendo una reducción a teatro a la italiana con lo que según Moirón se ha ganado en las partes íntimas de amor, creciendo la intriga y también la espectacularidad del vestuario que en Mérida era más difícil de apreciar por el público. También, asegura que la iluminación se potencia mucho generando todo un espectáculo visual, pudiéndose además disfrutar de la B.S.O. hecha por Acetre y que hace que la obra crezca pudiendo decir que hay dos espectáculos paralelos.