Un año más, coincidiendo con la luna llena de agosto, los villanovenses realizan una marcha nocturna a Magacela que este año llega a su vigésima octava edición. Una marcha que comenzó por los entrenamientos nocturnos de un grupo de amigos atletas que recorrían algunos de los caminos que dan acceso a Magacela pero que, a día de hoy, moviliza a unas 600 personas.
Se trata de una marcha de unos 12 kilómetros, de dificultad baja por lo que tanto niños como mayores pueden realizarla y que tiene una duración de unas dos horas y media. Tan solo, hay que llevar agua, ropa cómoda y algún bocadillo ya que, a mitad de la ruta, se hace un descanso. Además, aquellos que participen, deberán gestionar su regreso a casa, dejando previamente los coches en Magacela o contando con alguien con quien poder regresar.